ROTO EL GRUPO TEXCOCO HIGINIO, PINTA SU RAYA

HIGINIO AGO 1 A

Gobiernos de la Cuarta Transformación necesitan, en algunos casos, “sacudidas” para corregir errores y atender los reclamos ciudadanos

Solitario, sin poder, sin apoyo de la primera línea de Morena, el senador con licencia Higinio Martínez, autofestejó sus 50 años de carrera política, pero, más bien fue su funeral político. Hubo café y galletas, pero no poder político como lo tuvo en otra época. Su error, romper con la gobernadora Delfina Gómez y con el secretario de Gobierno, Horacio Duarte, los tres de Texcoco.
Con total ausencia de la élite del loperzobradorismo mexiquense y de la dirigencia estatal de Morena, Higinio Martínez organizó su fiesta y en su mensaje dejó entrever que políticamente no está muerto, elogió a la presidenta Claudia Sheinbaum pero, criticó a aquellos “que andan en Tokio, Grecia o Lisboa” en directa alusión a Andrés Manuel López Beltrán y el alcalde de Toluca, Ricardo Moreno. El comentario enfrío más el ambiente.
El evento tuvo ambiente de funeral. Los asistentes con la sonrisa escondida o perdida, se formaron para la foto con el festejado. No hubo ostentación, pero sí cálculo. Cada ausencia, cada presencia, cada palabra, cada lápiz que regaló con su nombre, hablaron por sí mismos. Higinio no pidió permiso para reaparecer; simplemente lo hizo. Y aunque no habló de candidaturas, dejó claro que no ha salido del juego. Solo cambió de esquina.
Higinio Martínez se destapó para la elección del 2027, para lo que sea, lo importante es no dejar de moverse, salir en las fotos, hablar, pero, el político de Texcoco ya no tiene la fuerza que tuvo antes de la elección para gobernador en el Edomex, donde ganó la maestra, su paisana, Delfina Gómez y ésta eligió como escudero de cabecera, secretario de Gobierno a Horacio Duarte. Desde ahí, el legislador Higinio Martínez se sintió desplazado y, el solito se encargó de pintar su raya.
De una camioneta Suburban gris que se detuvo frente al salón Ana Lucía, al poniente de Toluca. De ella bajó Higinio Martínez. Vestía una guayabera blanca, pantalón negro y Skechers oscuros. Entró sin prisa, sin hacer ruido. Adentro, unas 200 personas lo esperaban con pancartas y porras. El evento, citado a las 11:00, arrancó con retraso. Nada de eso pareció importarle: él era el anfitrión la fiesta era suya, cumplía 50 años de vivir de la talacha política.
No fue mitin ni ceremonia oficial. Fue un acto deliberado de autoafirmación: Higinio organizó, convocó y se celebró a sí mismo sus “bodas de oro” 50 años de carrera política. En un salón austero con sillas plegables, pero algunas Tiffany blancas al frente, para sus amigos, ahí se escenificó no un cierre de ciclo, sino el intento de reposicionamiento de un liderazgo que no se ha resignado a la sombra.
El mensaje era claro, el político de Texcoco, Higinio Martínez no mira al pasado, sino al tablero político. Las intervenciones de Mariela Gutiérrez, Miroslava Carrillo y Nazario Gutiérrez, entre otros, tejieron elogios sin matices. Pero lo más revelador fue quién no estuvo: la gobernadora Delfina Gómez, Horacio Duarte, Ricardo Moreno, y la presidenta estatal de Morena, Luz María Hernández. La ausencia fue política. No hubo ruptura explícita, pero sí una distancia que ya nadie disimula.
En su discurso, el senador con licencia no mostró nostalgia. Afirmó que la transformación del país debió iniciar antes de 2018 y convocó a los ciudadanos de entre 18 y 70 años a cambiar su entorno.

MIRA QUIEN HABLA
Durante su gira conmemorativa por los 50 años de su trayectoria política, el senador con licencia Higinio Martínez Miranda lanzó un llamado a los gobiernos surgidos de Morena para que no caigan en prácticas del pasado, actúen con transparencia y asuman la responsabilidad sobre las acciones de sus funcionarios.
“Morena no puede defender lo indefendible, Morena tiene que ser transparente, Morena tiene que ser algo distinto a lo que vivimos durante muchos años”, afirmó ante vecinos y liderazgos reunidos en Ecatepec.
El político solitario señaló que los gobiernos de la Cuarta Transformación necesitan, en algunos casos, “sacudidas” para corregir errores y atender los reclamos ciudadanos.
“Necesitamos un gobierno honrado, necesitamos que ahora, a diferencia de otros, aquí debe haber un gobierno honesto, con datos, no en el discurso. Claro que se puede hacer; nada más es trabajarle, meterle, dedicarle con la gente, por supuesto sin engaños”, puntualizó.