A DOS AÑOS DE LA ELECCION, LA GOBERNADORA TIENE UNA DEUDA PENDIENTE: LA INSEGURIDAD

A dos años de la elección que la llevó al triunfo y ganar la gubernatura del Estado de México que por primera vez en su historia, la ganó una mujer, la maestra Delfina Gómez Álvarez, no ha aumentado la deuda de su gobierno, pero sí, le está debiendo a sus votantes, a los mexiquenses todos ante la inseguridad y la pobreza que aún reinan en gran parte del suelo mexiquense.
Este 4 de junio coincidió con la fecha en que la maestra de Texcoco, del partido Morena, venció al PRI, al PAN y al PRD y la misma fecha con la elección Judicial. En la Cámara de diputados local, son varias las voces de legisladores de todos los partidos que piden la renuncia del fiscal mexiquense José Luis Cervantes, ante los pobres resultados en materia de procuración de Justicia, no así, en la Secretaria de Seguridad del Estado de México (SSEM), donde ya despidió a su primer secretario Andrés Andrade, pero, el relevo el coronel Cristóbal Castañeda tampoco tiene buenos números en materia de seguridad.
A dos años de la histórica caída del PRI en los gobiernos del Edomex y la coincidencia también histórica elección Judicial, el 1 de junio, el reto de la gobernadora Delfina Gómez no ha sido superado. Si bien es cierto que su administración no se ha endeudado con préstamos millonarios como lo hacían gobiernos del PRI y cuyo dinero nunca fue claro su destino, hoy, la maestra de Texcoco tiene otra deuda pendiente, la pobreza, crece a pesar de un mejor desarrollo, principalmente las zonas rurales e indígenas aún carecen de lo elemental, pese a los programas sociales.
Al cumplirse este primero de junio dos años de aquella jornada en que el Estado de México tumbó a su viejo régimen por la vía pacífica del voto, conviene preguntarse qué tanto ha cambiado, qué tanto se entiende, y qué tanto los mexiquenses han sido capaces de construir el cambio con esa ruptura histórica. Las dudas no son nostalgia ni escepticismo: son el combustible de toda ciudadanía que se respeta.
Vale la pena preguntarse a dos años del día en que despertó la historia ¿Qué se transforma en el espíritu colectivo de un pueblo que, tras casi un siglo de sumisión electoral, encontró el coraje para romper el hechizo del priismo en las urnas? ¿Qué evidencia empírica permite afirmar que la alternancia en el poder ha comenzado a erosionar las estructuras de control, simulación y desigualdad que marcaron al régimen derrocado?
Otro cuestionamiento hoy, es¿Si el cambio tardó 94 años en llegar, no es razonable que sus frutos tarden más de 24 meses en madurar —sobre todo si se siembran en tierra árida por décadas de olvido?
Moraleja: No todo cambio es visible en dos años, pero toda esperanza se extingue si no aprendemos a conmemorar los días en que la dignidad le ganó al miedo.
A dos años de la elección que la llevó a Palacio de Gobierno en Toluca, aún hay intocables del crimen, hay intocables en su gobierno, hay carteles del narco que siguen disfrutando del Estado de México como una de las más prósperas para el narco, una buena aplaza. Está en curso la depuración de mandos policiacos, una mejor capacitación para policías, pero, todavía hay policías municipales, estatales y auxiliares del CUSEM que actúan como delincuentes con placa y pistola, asaltando, extorsionando al pueblo.
Mucho se habla de la defensa de la mujer mexiquense, pero casos como el del ex presidente municipal del PRI en Toluca, que fue denunciado por su ex esposa de secuestro exprés y violencia de género, y el funcionario priísta está en su casa disfrutando de las bondades de la Justicia, quien le impuso cárcel domiciliaria, sin dictar aún sentencia, es un claro ejemplo de que las cosas en materia de Justicia y procuración de Justicia no van bien en el Edomex.
Por qué la Familia Michoacana sigue tan activa en el sur de la entidad y por qué ha resultado tan difícil detener a una célula criminal cuya operación territorial y jerarquía familiar son conocidas incluso por los propios pobladores de Tierra Caliente
Es preocupante que a pesar de las alertas federales, las recompensas millonarias y los operativos anunciados, los narcos sigan libres como si tuvieran un mapa invisible del poder y lo peor, gozan de una red de protección institucional en el Estado de México, tejida entre omisiones, complicidades y silencios que huelen a vieja costumbre.