EN 2024 PRI Y PAN CAVARON SU TUMBA
A pesar de que en 2025 el PRI y el PAN mexiquenses se embolsarán casi 300 millones de pesos –entre ambos- , prácticamente serán para alimentar sus usos y costumbres: robárselos o bien, servirán para su propio entierro, porque todo indica que la tendencia de ambos partidos es desaparecer del mapa político en suelo mexiquense.
En la pasada elección del 1 de julio de 2024 Morena ganó 88 de los 125 municipios y, por ende, el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) destinará al partido de la 4T, más de 318 millones de pesos, mientras que el PRI quien fuera dueño y amo del Edomex por casi 100 años de poder y de fomento a la corrupción, cayó dramáticamente y sólo sin coalición gobernara únicamente cinco municipios.
Corrupción, nepotismo y mafias de poder al interior de la famosa y temida “Aplanadora Tricolor” o poderoso “Dinosaurio”, se convirtió en el cáncer mortal que tiene hoy en día el PRI a nivel nacional, luego de que se acabó, murió o envejeció la generación de auténticos políticos priístas, que no sólo dieron origen a este partido, sino que, en realidad fue el iniciador del nuevo México, el de las instituciones, el del progreso y desarrollo, pero, también México de las mafias del Poder.
Hoy en día, el PRI nacional y los estatales, como el Estado de México, carecen de figuras políticas, de animales políticos, de juristas, de luchadores sociales y le sobran vividores, rateros y mafiosos como el propio líder nacional Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, quien debería estar en la cárcel, pero, como es costumbre, tiene fuero como senador de la República, pero no está ahí por voto popular, sino por el viejo y contaminado juego de los plurinomales.
Aquel PRI que construyó la UNAM, el IPN, el IMSS, ISSSTE, que fomento la Educación Pública, las instituciones de seguridad y construyó carreteras, autopistas, calles, nacionalizo el petróleo y la electricidad, aquel PRI de las instituciones, de hombres y mujeres visionarios que construyeron este México, se acabó desde hace más de 40 años en los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo quienes pusieron en manos extranjeras y empresarios nacionales la riqueza nacional: Petróleo, electricidad, oro, plata, selvas, bosques, mares y, hasta el cardenal Norberto Rivera vendió la imagen de la Virgen de Guadalupe a los chinos para que inundaran el país con todo tipo de artículos con la imagen de la Guadalupana.
Tras la elección de 1988 en que el PRI y Carlos Salinas de Gortari se robaron la elección que había ganado el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, en el 2000 tras una negociación o “casamiento”, nació el PRIAN, ambos partidos distintos, enemigos, opositores, se unieron para imponer en otro fraude electoral en 2000 al panista Vicente Fox Quezada y posteriormente, en el 2006, con otro fraude electoral imponer a Felipe Calderón. Por ello y mucho más, el pueblo de México voto por Morena y su líder Andrés Manuel López Obrador y, hoy en día, este movimiento de la 4T, volvió a ganar con Claudia Sheinbaum.
El resultado de la pasada elección presidencial, sirvió de aviso al PRI y al PAN de que están a punto de desaparecer del mapa político, porque ya no tienen dirigencia política ni social, solo una pandilla de vividores, de una nueva clase política que sólo busca enriquecerse a como de lugar, a costa de lo que sea. Prácticamente PRI y PAN en todo el país están desahuciados y, todo indica que en la próxima elección, en la gran mayoría de las 32 entidades, habrán de desaparecer y, la guerra interna en esos partidos, llevará a la cárcel a muchos de los que hoy son sus líderes. Formar alianzas, será un auténtico suicidio.