TARDE QUE TEMPRANO, OMAR GARCIA HARFUCH HARA JUSTICIA A SU AMIGO MILTON RODRIGUEZ
Segunda parte
Aunque lo niegue, David Sánchez Isidoro, quien fue relecto como presidente municipal de Coacalco para el periodo 2024-2027, está en la mira de la Justicia y del Operativo Enjambre, por sus nexos con el narcotráfico, junto con su director de Seguridad Armando López Arteaga. Se espera que de un momento a otro les echen el guante.
Lo cierto es que “El Payito”, David Sánchez Isidoro está acorralado por el crimen organizado, por los carteles, por las mafias, por las pandilla y por sus propios intereses, que son los mismo de sus protectores como fueron los ex gobernadores Arturo Montiel y Enrique Peña Nieto, quienes metieron la mano para que Coacalco se convirtiera en Tierra Narca, como lo denuncia el periodista Francisco Cruz en su libro del mismo nombre.
Otra de las etapas negras y violentas que vivió el pueblo de Coacalco quien en 2008 fue declarado por la ONU como el décimo mejor municipio para vivir en México, el PRI, Montiel, Peña Nieto, David Sánchez Isidoro, Alejandro Gamiño Palacios y Julieta Villalpando Riquelme, convirtieron a Coacalco en un escenario trágico y con una de las policías municipales más corruptas del país.
El pueblo de Coacalco no es ajeno a la reciente historia del municipio, tiene claro que entre los capos de la política que gobernaron esta localidad, figuran los panistas Alejandro Gamiño Palacios quien fuera detenido en la ciudad de México el 17 de noviembre de 2005 en el barrio de Tepito, en cuya camioneta llevaba droga y un fusil de asalto. Sin embargo, gracias sus padrinos políticos un tribunal unitario canceló la sentencia de cinco años cuatro meses de prisión que un juez de primera instancia le dictó.
Otro gobierno panista y narco en Coacalco estuvo también en manos de la presidenta municipal Julieta Villalpando, sobrina de Alejandro Gamiño, quien fue detenida en la ciudad de México el 8 de marzo de 2006 por el presunto delito de extorsión, acusada por Darwin Renán Eslava Gamiño, sobrino del ex alcalde panista de Coacalco, Alejandro Gamiño Palacios (1997-2000). Fue la propia oficina de prensa en Coacalco quien ratificó la aprehensión de la alcaldesa, aunque se dijo que hasta el momento se desconocían los motivos de su retención.
Ya para 2008 Coacalco tenía bien ganado el mote de “Tierra Narca” y a través del terror y el narcomenudeo, brillaron en todo su esplendor los carteles y organizaciones criminales antagónicos, entre una de las cuales al parecer estaba vinculado OMAR EDUARDO MANZUR OACAÑA, secretario técnico o asesor del presidente municipal, “EL PAYITO”, alías David Sánchez Isidoro”.
La noche del 12 de diciembre de 2008, al filo de las 23 horas, sicarios asesinaron a Manzur Ocaña, lo acribillaron con al menos 100 disparos de un AK-47, conocida como “cuerno de chivo”. Trascendió que la ejecución del funcionario de Coacalco estuvo en manos de La Familia Michoacana. Testigos coincidieron en que aquella noche los sicarios
viajaban en dos vehículos, una camioneta Explorer, color gris y un auto Mondeo, en tanto el ajusticiado tripulaba un automóvil de lujo BMW, modelo 2008, con placas de circulación LYC-85-86”, además, de que minutos antes estuvo en una reunión con David Sánchez Isidoro, entonces también alcalde del PRI en Coacalco.
MÁS SANGRE
Hoy para nadie es secreto que Coacalco es tierra sin ley, que es una de las plazas más importantes para el paso, distribución de drogas y narcomenudeo. Colonias, pueblos, unidades habitacionales, barrios, todo está bajo el control y gobierno del narco, de grupos como la Familia Michoacana, Unión Tepito, Cartel Jalisco Nueva Generación y otros más, que se disputan el territorio, los bares, cantinas, tianguis y las chelerías que cada día hay más y más.
Coacalco también está considerado como tierra narca, incluso, uno de los más recientes y violentos episodios fue la ejecución de Milton Rodríguez, jefe policiaco quien era considerado brazo derecho del hoy Secretario de Seguridad Nacional, Omar García Harfuch. Milton Rodríguez fue asesinado por la espalda en calles de Coacalco, donde vivía el alto jefe policiaco, quien, inexplicablemente andaba sin escolta.
David Sánchez Isidoro guardó silencio, se hizo a un lado, pero él sabe quien ejecutó a traición al amigo de Omar García Harfuch. Seguramente éste, tarde que temprano habrá de cobrar la muerte de su amigo y, David Sánchez Isidoro, El Payito, está confiado de la protección de sus padrinos. El tiempo y la Justicia en ocasiones llegan tarde, pero llega.