SE OPONEN JUECES DEL EDOMEX QUE AFECTEN SUS PRIVILEGIOS
En total rechazo a la reforma judicial que promueve el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, para acabar con la corrupción, vicios y privilegios millonarios que tiene el Poder Judicial a nivel nacional, juzgadores del Edomex se sumaron al paro de trabajadores del Poder Judicial.
Los trabajadores en paro, saben del desprestigio que tienen ante el pueblo mexiquense y de todo el país, donde millones de familias saben y han sufrido en carne propia las decisiones judiciales siempre en contra del pueblo, de los pobres, del contubernio que tienen con las policías y ministerios públicos para fabricar delincuentes.
El pueblo mexiquense sabe de cómo los jueces atienden a la clase dorada conformada por la clase política y empresarial, quienes siempre, siempre obtenían triunfos en diversos casos, asuntos y, siempre en contra del trabajador, del pueblo, porque en todo México la gente, el pueblo sabe cómo se prostituye la Justicia y la forma en que los ha exhibido el presidente Andrés Manuel López Obrador cuya reforma para cambiar jueces y magistrados, ya es casi un hecho que se concretará en el próximo sexenio que inicia el 1 de octubre próximo.
Por lo pronto, ante el llamado paro nacional o huelga, los Integrantes de la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed), del Estado de México, se sumaron al paro parcial de labores en los órganos jurisdiccionales del Poder Judicial de la Federación, en muestra de su rechazo a la reforma judicial.
En los juzgados del Poder Judicial en Toluca, a la media noche del martes 20 de agosto, Mauricio Torres Martínez, director regional de Jufed, aseguró que la reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador amenaza con desmantelar la independencia judicial y socavar la división de Poderes, lo que pondría en riesgo la democracia y los derechos fundamentales en México.
Sin embargo, la realidad y lo que hay detrás de esta presunta defensa, se percibe un intento de proteger los privilegios laborales de los jueces, quienes temen que la reforma afecte sus condiciones de trabajo, sus excelentes sueldos y la libertad de prostituir la Justicia al mejor postor.
Se oponen porque son manejados como títeres por sus superiores, porque el Poder Judicial está lleno de nepotismo, afectar a un juez a un ministro es pegarle a decenas de familiares, cientos de empleados de todo nivel que están ahí gracias a la recomendación de que son familiar, amigo o compadre de quienes ocupan cargos importantes en el sistema de Justicia. Tirar a un juez corrupto, es tirar a un grupo de familiares y amigos que está detrás de él. Incluso se sabe de la venta de plazas.
Por eso se manifiestan, por eso participan en el paro porque saben que la elección directa de jueces y magistrados, les pega a la gran mayoría y, de ahí que la anunciada reforma ha generado un profundo rechazo en el Poder Judicial.
Los manifestantes argumentan que esta reforma podría llevar a la politización de los tribunales, debilitando la independencia judicial y sometiendo a los jueces a los intereses del poder político.
Pero también se encuentra una preocupación sobre cómo las nuevas reglas afectarían las condiciones laborales de los juzgadores, quienes históricamente han gozado de privilegios como sueldos elevados.
AFECTACIONES
Mauricio Torres Martínez admitió que el paro genera afectaciones, pero lo consideró un sacrificio necesario en defensa de un bien superior y apuntó: “Es preferible unas cuantas semanas sin tribunales a décadas de injusticia”.
Según el magistrado, permitir la elección de jueces sin considerar su trayectoria profesional y capacitación podría convertir a los tribunales en herramientas de opresión y no de justicia. Informó que seguirán atendiendo casos urgentes, para lo que se establecerán guardias en los horarios de atención.
OPINIÓN
Aquí cabe hacer un comentario, es verdad que la herramienta de la Justicia juega un papel importante en el desarrollo, progreso y paz de una nación, pero, no es el caso, porque el aparato de Justicia en México no funciona, funciona sólo para los ricos, para los poderosos, para los que tienen forma de comprar la Justicia.
Es verdad que un juez, un ministro, un magistrado, un empleado son parte vital, son gente preparada y capacitada, estudiada, que su trabajo y sus decisiones son importantes para una persona, para la familia, para la empresa, para el país, sólo que el Poder Judicial se ha echado a perder con decisiones injustas, arbitrarias, ilegales y sucias.
Es verdad que un funcionario judicial requiere especialización, estudio, capacidad, personalidad y honestidad, ésta última muchos no la conocen. Finalmente su trabajo es recibir, analizar, estudiar y dictaminar un fallo de acuerdo a la verdad, a la legalidad y, en sí ese es su trabajo. No se compara en nada con un médico cirujano que opera del corazón a una persona, del hígado, de los riñones… estos sí son especialistas y son más importantes y vitales que un juez o una pandilla o un cartel Judicial que pueden parar, irse a huelga y no pasará nada.
OTRA CARA
La propuesta de elección directa, aunque controversial, busca democratizar el acceso a estos puestos y reducir la influencia de redes de poder internas que han controlado el acceso a la carrera judicial.
Además, algunos ven en la reforma una oportunidad para eliminar los abusos y la corrupción enquistada en ciertos sectores del Poder Judicial. La reforma podría traer cambios significativos en las condiciones laborales de los jueces, una preocupación que no mencionada en los discursos oficiales, pero que es parte del trasfondo del paro.