CUSAEM, UNA MINA DE ORO DE LOS GOBIERNOS DEL PRI
Armados, pero de valor, sin chalecos antibalas y la panza vacía, cientos de policías del Cusaem -sucia e ilegal corporación policiaca priísta en el Edomex-, se manifestaron frente a Palacio de Gobierno en Toluca, ahí merito donde despacha la gobernadora Delfina Gómez, quien no los recibió. En mantas y pancartas de los inconformes se leía: ¡Cambio!, aumento de salarios, horarios y jornadas más humanas, servicio médico, dotación de uniformes y vacaciones entre otras demandas.
El Cusaem es una policía auxiliar financiada con recursos públicos, pero, en los gobiernos estatales priístas la utilizaban como una empresa privada, alquilaba seguridad, tenía más de 15 mil policías y, en su publicidad para ofrecer sus servicios a través de las redes sociales, dice:
“Expertos en seguridad personal y de inmuebles. Policía Auxiliar del Estado de México, nos enorgullecemos de ser líderes en la protección y salvaguarda de nuestros clientes y sus valiosos bienes, respaldados por la Agencia de Seguridad Estatal (ASE)”. Este membrete ya no es actual, hoy la razón social es Cusaem y agrega en su publicidad:
“Contamos con una amplia experiencia y trayectoria profesional, fortalecemos nuestra contribución a la seguridad pública a través de una sólida coordinación con la SSEM. Nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad y la excelencia en el servicio nos posiciona como su aliado confiable en la prevención y respuesta a situaciones de riesgo.
“Nuestro equipo de profesionales altamente capacitados encarna valores fundamentales como el respeto, la confianza, la responsabilidad y la disciplina, garantizando una actuación impecable en cada operación. Al elegirnos, usted invierte en tranquilidad y protección, respaldado por la experiencia y dedicación de nuestros miembros en el ámbito de la seguridad.”
De esta empresa policiaca se han denunciado y demostrado infames abusos laborales, desde que quienes ingresan a esta corporación, tienen que comprar su uniforme, trabajar largas e inhumanas jornadas de trabajo que van de 24 horas por 24 de descanso, pero, si el relevo no llega, la jornada es de 48 horas y, luego no pagan, además, de que a muchos elementos los asignan a puestos de vigilancia en lugares totalmente opuestos a sus domicilios.
Actualmente los Cuerpos Auxiliares del Estado de México (CUSAEM), tienen una planilla laboral de 20 mil personas dedicadas a seguridad y vigilancia, bajo un esquema público- privado, que ha permitido salarios bajos a sus elementos y nula capacitación. Durante los gobiernos estatales del PRI en el Edomex, cada gobernador en su turno, le daba vuelta a este tema, donde, ellos sólo esperaban las millonarias ganancias, ya que las y los elementos de policía auxiliar eran alquilados no sólo a oficinas del gobierno y secretarias de Estado en todo el país.
La corporación policiaca disfruta de un presupuesto del erario público, pero, en el alquiler de policías y ganancias, los mandos y funcionarios priístas en activo, disponían de esas ganancias como si se tratara de una empresa privada, es decir, el gobierno con dinero del pueblo compraba armas, uniformes, vehículos y otros enseres, pero, las ganancias se quedaban en el camino, iban a las bolsas de los políticos, gobernadores, funcionarios y al propio partido, tanto a nivel estatal como nacional.
Todo mando que entra a la Secretaría de Seguridad del Edomex (SSEM), se han despachado con la cuchara grande, no mueven nada porque esta policía auxiliar es una mina de oro, una cueva de Ali Babá. Varios intentos de privatización de esta policía auxiliar en el Estado de México se han intentado, han sido tan largos como silenciosos. El CUSAEM está divido en alrededor de 150 franquicias o sucursales que denominan “regiones”. La mayoría son negocio de particulares, muchos de ellos personajes de la política y el gobierno. Entre los dueños de CUSUAEM se pueden encontrar exgobernadores, exsecretarios generales de gobierno, exprocuradores, exdiputados, exalcaldes, expresidente del PRI y, por supuesto, jefes y exjefes de policía. Esa es la verdadera cofradía que controla y rentabiliza un ejército privado de 17 mil elementos armados.
LA PROTESTA
Ante las constantes irregularidades y abusos laborales en contra de miles de policías auxiliares, de los cuales, algunos de ellos al inicio de la semana pasada se manifestaron ante el palacio de Gobierno en Toluca, donde expusieron sus demandas y exigencias:
1.- Aumento Salarial; 2.- Auditoría interna a cada una de las regiones;
3.- Respeto a periodos vacacionales, de acuerdo con el reglamento, y pago de primas vacacionales; 4.- Cambio de concepto de «subsidio» a «pensión» o «jubilación» así como pago justo; 5.- Que los Órganos de Control de la corporación realicen sus funciones de manera puntual, dando seguimiento a quejas con resoluciones y sanciones cuando así se determine; 6.- Dotación de uniformes; 7.- Atención a áreas clausuradas de los servicios médicos de la corporación, además de dotación de insumos; 8.- Resolución de bajas o transferencias por parte de las subdirecciones Operativas de cada cuartel; 9.- Estímulos adicionales y 10.- Actuación del área jurídica frente a las demandas por diversos delitos.
Una comitiva entró a Palacio de Gobierno para dialogar con autoridades estatales la resolución del pliego petitorio. Cabe subrayar que esta agrupación se encuentra en un «limbo» laboral, ya que no está definido si es del sector público o privado.
Actualmente el Cusaem cuenta con cerca de 25 mil elementos divididos en tres cuarteles: Lerma, Loma y Santa Rosa. Su representante legal, Maribel Estrada. Por su parte elementos de la corporación, reciben un sueldo de tres mil pesos a la quincena y uno de ellos sostuvo: “Apenas nos alcanza para comida y pasajes” y denunció que “a varios compañeros los mandan a servicios particulares. Muchos tienen que comprar sus uniformes porque ni eso dan”. También hacen labor de escoltas a funcionarios y a particulares.
INGRESOS
Los ingresos anuales de los Cuerpos de Seguridad Auxiliares del Estado de México (CUSAEM) pueden ser de 3 mil 500 millones de pesos o más. El contrato mínimo por cada uno de sus 17 mil elementos vigilantes, guardias o escoltas armados es por 18 mil pesos mensuales. La cifra habla por sí misma y da una clara idea de qué tamaño son los intereses sobre esa corporación que habita en el limbo legal y por qué cada que hay cambios nacen o renacen conflictos.
En su paso por la secretaria de Seguridad, Andrés Andrade había colocado en la titularidad de cuerpos de seguridad auxiliar a su amigo y excompañero Héctor Daniel Chavero, quien tuvo que presentar la renuncia a la caída de Andrés y por la presión de grupos internos de interés que le acusaron de corrupción.
Hoy, lo interesante es saber quién colocó o recomendó a Carlos Javier Álvarez Cárdenas y cuál fue el razonamiento de la gobernadora para aceptar la incorporación a su gobierno de un personaje con un pasado tan atribulado.