Por José Santos Navarro
Acabó la sucia, larga, costosa y contaminante batalla electoral presidencial. El mundo entero reconoce el triunfo democrático de Claudia Shainbaum, candidata de la coalición Morena, PT y PVEM, todos, avalan el resultado histórico de más de 35 millones de votos, menos Xóchitl Gálvez, sus dueños, sus patrocinadores y la prensa vendida.
En su derrota Xóchitl Gálvez se lleva entre las patas al PRI que pasó a cuarta fuerza política en México: primero Morena, segundo PAN, tercero MC y el antes temido dinosaurio, la aplanadora priísta quedó en el cuarto lugar en el nuevo mapa político electoral de México. Se espera que en breve los tres presidentes del PRI, PAN y PRD renuncien ante el fracaso electoral.
Incluso todo indica que el PRD podría desaparecer del mapa político-electoral de México, luego de que -al cierre de esta edición- aún no alcanzaba el 3 por ciento del porcentaje total de los votos emitidos el pasado 2 de junio. De ser así, el partido de izquierda que nació el 5 de mayo de 1989, podría “morir”, quedarse sin dinero, sin prerrogativas y, además, entregar todos sus bienes inmuebles que adquirió con dinero del pueblo y que a través del presupuesto se les hace llegar una millonada anual a todos los partidos políticos.
Pero, además de que el PRD sufra una muerte verdadera, otro muerto en vida será el PRI, el todo-poderoso, aquel cuyo líder de Atlacomulco, Carlos Hank González dijera que “un político pobre es un pobre político”, el partido del Dedazo, el partido tricolor que expulsó de sus filas a Andrés Manuel López Obrador y a Cuauhtémoc Cárdenas, junto con otro grupo de priístas que exigían democracia interna, que el presidente en turno no eligiera a su sucesor, sino que fueran las bases del partido: por eso en el gobierno de Miguel de Madrid los corrieron del PRI, eran conocidos dentro del partido como la Corriente Democrática.
El PAN que fue un partido político de alternativa cristina, de la llamada Derecha que en las esquinas rifaba autos para sobrevivir, se convirtió en el principal opositor del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) que posteriormente y hasta hoy, es conocido como PRI (Partido Revolucionario Institucional) y cuyo objetivo principal del PAN era quitar el poder a los priístas, dado que los panistas, iniciadores del blanquiazul no estaban de acuerdo con la educación gratuita ni con la expropiación petrolera que impulsó el presidente Lázaro Cárdenas.
Finalmente, el otro PAN el de los años 80’s se olvidó de sus principios de democracia y humanismo cristiano, se olvidó que el PRI era el enemigo a vencer y, como no lograba vencerlos en las urnas, se unió a él y, en 1988 comenzó el maridaje PRI-PAN que llevaría a los panistas a Los Pinos con Vicente Fox en el año 2000. Hoy, hermando, fusionado, asociado en complicidad y pandilla con el tricolor, ambos se fueron a pique, ante la fuerza ciudadana que apoya al partido Morena y al presidente Andrés Manuel López Obrador quien fuera expulsado del PRI por exigir democracia.
¡GRACIAS!
Así, mientras que la oposición reprochó a Xóchitl Gálvez haber reconocido su derrota y felicitar vía telefónica a Claudia Sheinbaum, por su triunfo, inició dentro de la coalición PRI, PAN, PRD un sigma, un terremoto, una devastación de los tres partidos cuyos líderes, dueños y patrocinadores obligaron a Xóchitl Gálvez a retractarse de su felicitación a Claudia Sheinbaum y decir lo que aquello querían que dijera: “vamos a impugnar la elección presidencial porque fue una elección de estado”.
Paso una semana de dimes y diretes, de caras largas en la coalición Fuerza y Corazón por México, se destiñó la marea rosa, pero resaltó el orgullo y la necedad de no dejar ir limpio el triunfo de Morena y, volvieron a echar a andar toda la maquinaria, la millonaria maquinaria para ensuciar el triunfo de Morena y de su candidata Claudia Sheinbauam, la cual, pasados los días y tras confirmarse de manera oficial su triunfo a través del INE, la virtual candidata presidencial a través de las redes sociales envió un mensaje: “¡Gracias!”.
El jueves 6 de junio por la noche el INE dio a conocer los números oficiales del conteo distrital, el definitivo, el que marca a vencedores y perdedores. La realidad política-electoral no cambio mucho, sólo se confirmó lo que encuestas de salida informaron el mismo día de la elección: Ganó Claudia Sheinbaum, desparece el PRD, mientras que PRI y PAN perdieron gubernaturas, perdieron municipios, alcaldías en la ciudad de México y, además fueron arrollados, minimizados en ambas cámaras (Diputados y Senadores). Los tres sólo ganaron un rotundo fracaso.
En la televisión, radio, periódicos, redes sociales la maquinaria de la prensa vendida no daba crédito a lo ocurrido. Se les iban grandes ganancias, luego de que el conteo de los distritos electorales se confirmó un triunfo claro, real y contundente de Claudia Sheinbuam quien con 35.8 millones de votos, que representa el 59.7 por ciento de la votación, Morena mantenía la Presidencia de la República y por ello, Presidentes, primeros ministros, el mundo financiero felicitaban a la primera mujer Presidenta de México.
Mientras tanto en la trinchera de enfrente no asimilan la derrota, tanto que la candidata Xóchitl Gálvez no se habla con Marko Cortés, tras haberle gritado y regañado a la hidalguense por haber felicitado a Claudia Sheinbaum reconociendo su triunfo, para obligarla luego a retractarse y decir que iba a impugnar la elección. Xóchitl obedeció, pero también informó de su regreso a la Cámara de Senadores donde podrá cobrar de aquí a septiembre de este año.
Estrategia: Hoy los medios de comunicación y periodistas como Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola, Denise Maerker entre otros, ahora se ponen de lado de la maltratada Xóchitl Gálvez, cuando Claudio X. González, reconoció que perdieron, López Dóriga de inmediato respondió con una pregunta muy a su estilo: ¿Perdimos kimosabi”, Loret de Mola asegura que el líder nacional del PAN le grito a Xóchitl por felicitar a la candidata ganadora y Denise Maerker denunció a los dirigentes del PRI y del PAN, por no dar la cara a una semana de la derrota.
¿CHEQUE EN BLANCO?
Tras arrasar Morena en la elección presidencial, gubernaturas, alcaldía, Senado y Cámara de Diputados, ahora la oposición inventa que hay una sobre representación en el poder legislativo, cosa nunca imaginaron ni previeron. Estaban confiados en sus mentiras de que el país se caía a pedazos y el pueblo iba a votar por ellos, por Xóchitl y los candidatos del PRI, PAN y PRD, partidos desgastados, desprestigiados y corruptos que en sus manos tuvieron el poder y lo aprovecharon para enriquecerse.
Lo cierto es que Morena con el triunfo electoral no recibió un “cheque en blanco”, no, sabe y entiende el compromiso, el mandato que recibió a través de las urnas, ahora, todos los partidos políticos saben y entienden que partido que no cumpla se va, porque el pueblo de México se liberó de las cadenas corporativas del PRI, que durante décadas la clave de su “éxito” estuvo en mantener el control político de sus sectores: obrero, popular y campesino, además de alimentar el voto del miedo: “Si no votas por el PRI, pierdes tu trabajo”, así mantuvieron a los obreros, campesinos y comerciantes.
Sólo que ahora, el PRI ya se percató, ya le abrieron los ojos de que esa población cautiva del voto del miedo ya se murió, toda esa generación de hombres y mujeres nacidos en los años 20s y 30s ya no están, hoy los viejos de las generaciones 50s, 60s y 70s son mayoría, ya no están cerrados de ojos, saben a la perfección quien es el PRI, el PAN y el PRD, además, una gran población de jóvenes entre 20 y 30 años conscientes de los abusos que los viejos partidos hicieron de sus padres y abuelos. Hoy el resultado. Ganó Morena.
Morena no recibió un cheque en blanco, recibió millones de votos y en ellos, está el código escrito de cumples o te vas. En las universidades y en los mismos partidos políticos, hay gente joven, líderes sociales que tendrán oportunidad de saltar al escenario mayor, es su oportunidad de entrar a la política y hacer un México distinto, una prensa distinta, una clase empresarial sedienta de dinero sí, pero justa, que no raye en el abuso y la explotación, sino en la justicia laboral, porque a la larga, la mano de obra cobra todo en las urnas.
Por lo pronto el teatrito político-electoral se les cayó al PRI, PAN y PRD, su derrota demuestra que no hay “crimen” perfecto y el contrapeso, hoy se llama pueblo quien fue quitando poco a poco de los cargos de representación popular, al grado extremo de que en esta elección presidencial 2024, PRI, PAN y PRD quedaron expuesto, el pueblo que los puso, fue el mismo pueblo que los quitó. El voto ciudadano es el real y auténtico contrapeso. El número de diputados federales y senadores es por voluntad del pueblo y no por resultado de la compra de votos. Hoy la oposición alega sobre representación, cuando ellos en el Poder esa sobre representación la compraban con millones de pesos, compraban diputados y senadores para votar a favor o en contra de determinadas iniciativas. El contra peso era el dinero y la corrupción. El pueblo es el mejor contra pesos político: cumplen o se van.
DIGNIDAD
Por lo pronto si los actuales presidentes de los partidos PRI, PAN y PRD, conocen la dignidad y la vergüenza, ellos, Alejandro Moreno, Alito, Marko Cortés y Jesús Zambrano deben renunciar a sus partidos, perdieron y perdieron todo, no tienen justificación y tienen dos caminos los partidos perdedores: seguir la misma ruta o elegir un auténtico cambio y volver a sus doctrinas sociales, sancionar la corrupción interna en sus partidos y, sólo así, en los pequeños cotos de poder que mantienen, éstos se pueden convertir en plataforma de triunfo si demuestran en los hechos que gobernar es administrar para el bienestar del pueblo y no de unos cuantos.
En los tres partidos perdedores el azul, el tricolor y el negro-amarillo sus nuevos dirigentes y militantes deben estar pendientes de que Alito, Marko y Zambrano no dejen a un incondicional, a un cómplice que sirva de tapadera, no, las militancias y dirigencias deben estar pendientes de que no los engañen, que siga más de lo mismo. Si en verdad quieren convertirse en un contra peso político de Morena, tendrán que traer hombres y mujeres, animales políticos que hagan de este oficio una profesión digna y no una cueva más grande de ladrones.
“Descansen en paz”, Alito, Marko y Zambrano. PRI y PAN siguen en la lucha, mientras que el PRD muere, desparece del mapa político tras 35 años de existencia. Muere contaminado de corrupción en la sangre.
CALMA…
Finalmente ante la alta tensión política-electoral de la contienda, fue necesario que la presidenta del INE, Guadalupe Taddei enviara un mensaje a nivel nacional de “calma, de tranquilidad, de esperar los resultados finales. Impidió que las pasiones se siguieran desbordando y se bajaran de tono las acusaciones de fraude y varias elecciones, incluyendo la presidencial se llegó a contar voto por voto, casilla por casilla, donde lo exigió la oposición.
LORENZO CÓRDOVA
Lorenzo Córdova salió a defender al INE porque todos sus amigos, sus alumnos, sus cómplices y, sobre todo, porque quedaron expuestos todos los trucos y trampas que se utilizaban administrativamente para controlar a sus antojos los resultados electorales, además, contaban con la complicidad del Tribunal Electoral, el cual también, será desmantelado de aprobarse el Plan C que ofreció Claudia Sheinbaum para reformar la Suprema Corte, el INE, el Tribunal Electoral y desparecer otros organismos como el Inai que son como simples chinches, nada más chupan la sangre del erario y no le sirve para nada al pueblo.
Joaquín López Dóriga culpa a Claudio X. González y en el PAN, piden la renuncia de Marko Cortés a la dirigencia, lo mismo ocurre en el PRI, Alito se tambalea, no ganó nada, se queda con sus dos estados Coahuila y Durango, cuando antes la aplanadora gobernaba todo el país.
El INE acusa que hay en su contra una campaña de desprestigio, porque el famosos color rosa que dio tono a la “Marea Rosa” presuntamente ciudadana, también falló y, el resultado final de la elección devolvió a cada quien sus colores de siempre: PRI, PAN y PRD, el tono de la corrupción que siempre los ha distinguido.
