SE AGUDIZA GUERRA ELECTORAL PRESIDENCIAL

Por José Santos Navarro

A 14 días de la elección del 2 de junio lanzan desde sus actos de campaña auténticos misiles electorales de destrucción masiva y partidista. Se agudiza la guerra sucia entre candidatas, candidatos, coaliciones y partidos. Todos se tiran a matar sus aspiraciones políticas; hombres y mujeres a lo largo y ancho del país, siembras promesas, abaratan la política y llenan de basura las calles.
Se acusan de todo, se amenazan, advierten, señalan, ríen, se burlan, se ponen serias. Entre Claudia y Xóchitl es el tiro electoral. Jorge Álvarez Máynez, es como el Knor Suiza, sólo sirve para darle sabor al caldo político-electoral. Él ya ganó, ya lo conoce casi todo México, saben que es quien le saca el jugo al color naranja del Movimiento Ciudadano. Él y su partido ya ganaron antes de tiempo. El pleito es en los lavaderos partidista, entre dos damas.
La histórica pelea es entre dos mujeres muy opuestas, contrarias como aceite y agua, sal y azúcar, norte y sur. Claudia Sheinbaum es de izquierda y Xóchitl Gálvez de derecha. Ambos gobiernos -derecha e izquierda- ya los conoce bien el pueblo de México: los de derecha Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Enrique Peña Nieto. El de izquierda, el primero en la silla presidencial, es de Andrés Manuel López Obrador. El voto está en el aire. “¡Pásele marchante electoral… mire que chuladas de promesas de temporada, jugosas y dulces!”.

COSAS DE MUJERES…
Nunca nadie imaginó que el caso María Amparo Casar, sería factor decisivo que habría de consolidar la caída de Xóchitl Gálvez y, a su vez, la catapulta que impulsaría a Claudia Sheimbaum a la silla presidencial. Si bien el pueblo no sabe, ni conoce ni entiende mucho de política, sí entiende que las becas y la pensión para adultos mayores abrirá los ojos a millones de votantes este 2 de junio y, la beneficiaria será Claudia Sheinbaum. Xóchitl, PRI, PAN y PRD, los derrotados.
A la comentarista que fue funcionaria en el gobierno de Vicente Fox, María Amparo Casar la conoce un buen número de mexicanos, porque sale en la tele, en el canal 11, en las mesas política de Televisa, en radio y escribe en algunos periódicos. Su rostro es familiar. Habla bonito contra la corrupción y los abusos. Habla bonito en favor de la Justicia y más bonito habla de los derechos humanos y se ha convertido en una “llanera solitaria” en contra de la corrupción. Paradójicamente es presidenta de una cosa llamada Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
Pero, esa imagen se cayó en días pasados, cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador le quitó la máscara y con pruebas demostró que la señora Casar es corrupta y utilizando el tráfico de influencias a través de cargos públicos que desempeñó en el gobierno de Vicente Fox, siendo coordinadora de asesores del entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel, utilizó la muerte de su esposo Carlos Márquez Padilla quien se suicidó arrojándose del piso 12 de la torre Pemex, donde hacía cuatro meses había entrado a trabajar.
El señor Márquez Padilla estaba ahogado con deudas en bancos, debía una hipoteca, pidió préstamos bancarios y en Pemex, pero, un día decidió poner fin a sus deudas y a su vida. Había preparado todo para que, económicamente, su familia no sufriera ni cayera en la pobreza. Se mató. Se suicidó y sin tener derecho al pago de seguro de vida ni a la pensión por ser suicidio, la señora Casar, la que lucha contra la corrupción hizo uso de ésta y del tráfico de influencias logrando que Pemex le pagara una pensión de 125 mil pesos mensuales de por vida y hasta los siguientes 999 años a sus hijos, nietos, bisnietos y toda su generación. Su pensión se le comenzó a pagar a partir de octubre de 2004.
Amparo Casar, la corrupta que utiliza la máscara de la Justicia para combatir la corrupción -de la cual ella es reina- logró con el tráfico de influencias -desde Los Pinos en el gobierno de Vicente Fox, que la compañía aseguradora le pagara 25 millones de peos por la muerte de su esposo, cuando, no debió pagarle nada porque el señor Márquez Padilla se suicidó y, eso es claro en cualquier contrato de seguro de vida.
Gracias a este escándalo donde aquedó desenmascarada la señora Casar, presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, donde tiene un sueldo de 170 mil pesos mensuales, gracias a este escándalo de corrupción de una señora que lucra con la corrupción, miles, millones de mexicanos pensarán muy bien su voto y, sin duda, este caso de corrupción será la cruz en la tumba política de Xóchitl Gálvez, experta también en tráfico de influencias, corrupción y profesional de la mentira.

REALIDAD
La realidad político electoral en México es una: el pueblo no quiere saber nada del PRI, PAN y PRD, por eso en la elección presidencial del 2 de junio, los candidatos y candidatas de Morena van a arrasar en las urnas y ganarán la Presidencia, la ciudad de México y las mayorías en el Senado y Cámara de Diputados, además, cuando menos seis o siete estados donde habrá cambio de gobernador.
La disputa no es entre ricos y pobres. La batalla electoral es entre un grupo de familias privilegiadas, abusivas, corruptas y mafias familiares que navegaron durante siglos en aguas tranquilas político-empresariales, donde con el tráfico de influencias y el poder del dinero hicieron de la política nacional una agencia de empleo y explotaron los recursos naturales del país a su complacencia y beneficio. Hoy, su reino está en riesgo. Su suerte estará decidida en las urnas este 2 de junio, de ahí, que es importante que todo México -en edad de votar- ¡Vote!
Por lo pronto, las y el candidato Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez van de templete en templete, de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad por todo el país, para convencer a base de promesas que ellas y él son el cambio en México. Claudia promete dar continuidad a los programas sociales e impulsar el desarrollo del país; Xóchitl Gálvez, mascando chicle y presumiendo su privilegiada mente jura que ella es el ungüento para todos los dolores que sufre el país. Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano sigue buscando el apoyo de los jóvenes y dorándoles la píldora.