PRESIDENCIABLES, ESCUCHARAN LA PALABRA DE DIOS

Por José Santos Navarro

A una semana de iniciadas las campañas presidenciales y bajo una lluvia de promesas, señalamientos, acusaciones, sentencias y hasta profecías de auténticos cambios, progreso y bienestar juramentos de dientes para afuera de las y el candidato presidencial. Este lunes 11 de marzo, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez estarán bajo confesión en el Episcopado Mexicano, donde serán cuestionados por obispos católicos.
El tema a tratar será la inseguridad y la violencia a nivel nacional, área donde la misma iglesia católica presentará un plan de seguridad, pero, no hay que perder de vista que la jerarquía católica en México tiene afinidad e intereses comunes con la élite de la clase política (PRI y PAN), pero también con la élite empresarial del Estado de México. La iglesia católica con la mayoría del pueblo de México sólo los identifica la fe, pero no los intereses.
Hablando en plata, el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, el “chelero” de tenis naranja, Jorge Álvarez Náymez, es un cero a la izquierda, no cuenta, es relleno electoral y sólo va por alcanzar un 3 por ciento de la votación nacional para que su partido MC, conserve su registro. En síntesis, él, MC y su presidente Dante Delgado son auténticos parias, “pulpos chupeteadores” del erario y simples sinvergüenzas vividores. De ellos no hablaremos más.
Como nunca la iglesia católica a favor de la oposición (PRI, PAN, PRD), hoy se mete a terreno no santo, se embarra de lodo, de estiércol para hacer ruido y subirse a un cuadrilátero donde no es su lucha, su pelea está en el púlpito, su labor es predicar la palabra de Dios y no la de los partidos políticos en decadencia.
No es nuevo saber que la iglesia católica en México está en crisis como lo están PRI, PAN y lo que queda del PRD. Hay crisis de creyentes, las iglesias están vacías; hay crisis en los seminarios, no hay quien quiera ser seminarista, faltan sacerdotes y, en vez de arreglar sus problemas, se mete a la política, un terreno del cual, sólo conocen el dinero y el poder.
Este lunes 11 en el Episcopado Mexicano –por separado- los obispos recibirán a las dos candidatas: Claudia Sheinbaum, de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” conformada por Morena, PT y PVEM; luego se entrevistará con Xóchitl Gálvez, de la alianza PRI, PAN, PRD y por último con el “chelero” de los tenis naranja.

LA IGLESIA
Los jerarcas católica que conforman la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) a través de un comunicado los representantes de la iglesia católica en México, expresan su preocupación ante la escalada de violencia criminal que amenaza la estabilidad democrática del país durante el actual proceso electoral 2024.
Precisan que esta situación afecta la libertad ciudadana y la integridad del proceso electoral y parafraseando al presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo lema de su gobierno es: “Por el bien de todos, primero los pobres”, el documento se titula: “Por el bien de México, primero la democracia y el estado de derecho”.
El comunicado destaca la importancia de que las autoridades garanticen la protección y el ambiente de paz durante todo el proceso electoral, evitando agresiones, atentados y “lamentables asesinatos de candidatos, políticos, familiares, periodistas y ciudadanos en general”.
Pero, por otra parte olvidando al ex presidente Benito Juárez, quien separo los bienes del Estado y los de la iglesia, hoy los obispos subrayaron que la democracia electoral mezclada con la delincuencia es inaceptable y constituye un signo de corrupción que debe ser evitado a toda costa. Nunca hacen mención de que esta violencia e inseguridad es herencia de sus amigos presidentes del PRI y del PAN.

Sin embargo en el texto los obispos instaron a todas las partes involucradas en el proceso electoral, incluidos candidatos, partidos políticos y ciudadanos, a cumplir con las leyes y normas electorales para garantizar un proceso limpio y transparente.
“Creemos que el peor de los escenarios, el que mayormente debemos evitar, es aquel en el que el crimen organizado y otros grupos delincuenciales intervengan en el proceso electoral, en cualquier lugar y momento. La democracia electoral mezclada con la delincuencia es un binomio totalmente inaceptable, es un signo de la más deplorable corrupción que se debe evitar a toda costa. Por ningún motivo se puede justificar y mucho menos entrar en complicidad”, advirtieron.
“Sabemos ya de algunos riesgos que amenazan la estabilidad democrática mediante la violencia criminal que, al mismo tiempo, afectan la libertad ciudadana. Estamos a tiempo de evitarlos confiando en la fortaleza de las instituciones electorales y en la honestidad de todos los candidatos”, precisa el documento.

EL LLAMADO
Los obispos llaman a que los actores políticos reconozcan el resultado de los comicios dejando de lado intereses partidistas y conductas egoístas. “Participemos todos, en lo que a cada uno nos toca, vigilando con esmero el proceso electoral en su conjunto, hasta la entera jornada del 2 de junio, donde los verdaderos demócratas, como fruto de un proceso ejemplar, deberán reconocer los resultados sin apasionamiento, dejando de lado intereses meramente partidistas y conductas egoístas, poniendo por delante el bien común de nuestro México.
“Todos deseamos que este proceso electoral de 2024 sea un ejemplo de civilidad a la altura de la cultura democrática que los mexicanos hemos ido construyendo y perfeccionando en las últimas décadas, a través de leyes e instituciones que nos regulan, por lo que es necesario que los distintos actores políticos sin excepción, comenzando por las autoridades y siguiendo con los candidatos, partidos y ciudadanos cumplamos las Leyes y las Normas en materia electoral: “POR EL BIEN DE MÉXICO, PRIMERO LA DEMOCRACIA Y EL ESTADO DE DERECHO”, subrayan los obispos.
Los obispos también se pronunciaron por campañas austeras, limpias y legales. “México necesita campañas electorales, limpias, legales y austeras; con abundancia de propuestas responsables y serias; dejando de lado las descalificaciones de los contrincantes para dar lugar a la búsqueda de soluciones auténticas para nuestros problemas, tomando en cuenta la seriedad de los mismos.
“También nos conviene, a todos, la libertad de expresión en el legítimo ejercicio de los comunicadores y los ciudadanos, sin que por ello se ponga en riesgo la vida o seguridad de las personas. Requerimos campañas electorales que favorezcan el ejercicio del voto libre, informado y secreto, sin manipulaciones ni engaños, sin injerencias indebidas de las autoridades gubernamentales ni de cualquier índole.
“Lo decimos con toda claridad: ¡deseamos una elección en la que participemos todos! ¡evitemos cualquier retroceso democrático!”, señalan los obispos.
Finalmente exhortaron a elevar oraciones por la sabiduría necesaria para guiar las decisiones que enfrenta México, “invocando la bendición sobre el pueblo y la intercesión de la Virgen María de Guadalupe”.