EDOMEX, SIGUE VIOLENTO Y SANGRIENTO

El Estado de México figura entre las entidades con más asesinatos, informó la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, de acuerdo a las estadísticas de la segunda quincena de noviembre, esto durante una de las conferencias mañaneras con el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Destacó que, junto con el Edomex, entidades como Guanajuato, Baja California, Chihuahua, Jalisco y Michoacán se concentra el 47 por ciento de los asesinatos perpetrados en el país.
Por otra parte, estos números, demuestran que las famosas mesas de seguridad y paz que preside la maestra Delfina Gómez, no están dando resultado en el Estado de México, en sus 125 municipios, donde gobiernos priístas desatendieron el tema de la seguridad y, sus policías municipales, estatales y la llamada pomposamente policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, no sólo no funcionan, sino que, es sabiduría popular, que “la policía” protege a los delincuentes.
Esta cadena de inseguridad no podrá romperse sólo con buenas intenciones, proyectos y programas, sino con una auténtica “mano dura” en contra de delincuentes y policías, de meter en cintura a ministerios públicos y jueces que tienen sobresaturadas las prisiones, lamentablemente –en muchos casos- con gente inocente.
Fabricar delincuentes fue la escuela de todas estas policías mexiquenses y proteger a ladrones era y es aún buen negocio. Reciente ejemplo lo ocurrido en Texcaltitlán donde delincuentes de la Familia Mexicana se dedican a extorsionar a la gente productiva, hasta que se registró el enfrentamiento de un pueblo cansado de esa lacra y de una autoridad ausente y cómplice.
Es cierto que todo esto no puede cambiar de un momento a otro, ni con mesas, ni con una policía auténticamente capacitada, ni con más armas, ni con las mesas de seguridad. No es tarea de un sexenio, pero, sí, en este gobierno que apenas va para cuatro meses, en seis años debe dejar prueba del resultado de su estrategia, de que la maestra tenía razón y, serán los números, el miedo, las víctimas, los familiares, los jóvenes, los trabajadores, estudiantes, obreros, profesionistas, empresarios y hasta políticos, quienes con la cara en alto, puedan decir “cumplimos”.
Ningún gobierno, ninguna religión, ningún milagro terminará con la delincuencia. No hay programa, ni milagro, la delincuencia en el Edomex y en todo el país, habrá de disminuir conforme haya una Justicia efectiva y menos personas que elijan el camino de la delincuencia.
El trabajo y responsabilidad de los gobiernos en turno es la clave. Acabar con la complicidad de las policías con los delincuentes, de narco con jueces y con agentes del ministerio público honestos, eficientes y justos. Es una tarea de muchos años, sí, pero, ahora se puede empezar, al menos en el gobierno de la maestra Delfina Gómez hay esa voluntad y, será su carácter, su mano dura y su gente, quien habrá de poner orden e imponer la Justicia. De lo contrario el gobierno de la Transformación habrá fallado.