MORENA IMPLORA A LA SANTA UNIDAD

Por José Santos Navarro

En política la unidad es como el tipo de cambio de una moneda sin valor. La unidad el PRI la prostituyó, la interpretó como regla de oro, como la llave del futuro, agua bendita para el progreso y el desarrollo, pero, los mismos priístas la devaluaron al correr de los sexenios, la abarataron y contaminaron, a tal grado que, la unidad fue sinónimo de corrupción, grupos, familias, intereses personales y de familia; pandillas que se despacharon con la cuchara grande durante sexenios y sexenios.
Hoy, Morena con sangre priísta en sus venas, pero distintas mañas y objetivos, también llama a la Unidad, la cual, los morenistas saben que ésta debe entenderse como un compromiso, no de estar juntos para robar, que deben ir por el mismo camino, sin meterle el pie a su adversario y sin picarle los ojos al pueblo. Ojalá y que la unidad política en Morena deje de ser una máscara decorativa de madera.
Así, de manera abierta pero disfrazada, el presidente Andrés Manuel López Obrador hace su juego político-electoral; experto en tiempos políticos, él y sus corcholatas van adelante de sus principales, históricos y corruptos adversarios, quienes sin tener un candidato o candidata fuerte para sustituirlo en Palacio Nacional, ya también buscan en la basura política quien podría ser su corcholata mayor.
El pasado domingo 10 de junio Morena dio el banderazo de salida para candidatas y candidatos, pero disfrazados de coordinadores para la Defensa de la Cuarta Transformación, lo mismo ocurrió con la designación de la maestra Delfina Gómez en el Estado de México, pero, no hubo tanto escándalo de cuello blanco como ahora con las corcholatas presideniales, lo que, sacudió a la oposición conformada por el PRI, PAN, PRD, NA y Movimiento Ciudadano quienes –hasta ahora- tienen puras fichas sin valor.
En su Consejo General el presidente de Morena, Mario Delgado reiteró que hay piso parejo para todos, pero, hizo un claro llamado a la unidad, porque dijo que sólo así, unidos se puede aspirar a dar continuidad a la Cuarta Transformación y, ese es el objetivo de Morena, tener un candidato o candidata fuerte, con el apoyo y la unidad de todos para garantizar el triunfo electoral en la elección presidencial en 2024.

RENUNCIAS Y LICENCIAS
Tan pronto terminó la citada asamblea general de Morena, se comprobó que el piso no está parejo para todos y que la unidad sólo es una palabra, un membrete que justifica la diversidad de idea, de pensamiento, acción y ambición. Fue así que concluida la asamblea de inmediato comenzó un merequetengue al interior de Morena. Reclamaciones, actitudes gandallas, piquetes de ojo, meterle el pie al adversario amigo o amiga y las renuncias en varias áreas del gobierno.
Inicialmente las cuatro principales corcholatas: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Ricardo Monreal hicieron el compromiso y luego lo firmaron de aceptar las clausulas y condiciones que reglamentan la búsqueda de la candidatura presidencial, aunque, le llamen de otro modo para impedir violar la ley electoral que bien marca tiempos y formas para cada elección y, para la Presidencia de México falta un año, pero parafraseando al viejo líder de la CTM, Fidel Velázquez, aquí, quien no se mueva bien, rápido y pronto, no sale en la foto.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador informó en su mañanera que ya tenía ocho renuncias en su gabinete: Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno, Adán Augusto López, secretario de Gobernación, Zoé Robledo, director del IMSS quien buscará ser candidato a la gubernatura de Chiapas, entre otros. El senador de Morena Ricardo Monreal, también pidió licencia para ir en busca de la grande.
El autodestape de la diputada de Morena, Yeidckol Polevnsky como aspirante a la presidencia de la República, puso cierto desorden y quebrantó un poco la unidad. Por lo pronto también pidió licencia, aunque, muchos aseguran que sólo hará campaña en favor del carnal Marcelo Ebrard o, quizá,, para darle un toque de equidad de género a los aspirantes de Morena.
Cabe recordar que Yeidckol Polevnsky ya fue candidata una vez de la mano del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del PT, cuando se postuló para buscar la gubernatura del Estado de México en 2005. En el momento compitió con Enrique Peña Nieto (PRI y PVEM) y con Rubén Mendoza (PAN).
FECHA FATAL
Pase lo que pase, licencias, renuncias, dimes y diretes, rebeldías o lo que sea, el 6 de septiembre Morena tendrá candidata o candidato para sustituir al presidente López Obrador, quien como ya lo dijo en muchas ocasiones, tan pronto termine su encargo, se irá a La Chingada, pues así se llama su rancho allá en su tierra natal, Tabasco. Por cierto, como paréntesis, cabe señalar que el Estado de México tendrá tren interubano para fin de año o inicipo del 2024, el cual será inaugurado por el Primer Mandatario y la flamante primera gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, una obra que durante gobiernos priístas no se concluyó lo prometido.
En el Consejo General de Morena se decidió que la candidata o candidato presidencial de Morena se definirá el entre el 4 y el 6 de septiembre, como resultado de cinco encuestas, acordó el Consejo Nacional de ese partido durante una reunión a puerta cerrada en un hotel de la Ciudad de México.
En un “documento de unidad”, consensuado y aprobado por unanimidad por los consejeros morenistas, las llamadas “corcholatas” presidenciales, los 21 gobernadores de ese partido y la gobernadora electa del Estado de México, el máximo órgano de dirección de ese instituto político también acordó que la y los aspirantes presidenciales tienen hasta el viernes 16 de junio para renunciar a sus cargos.