«LA MOMIA» Y «PANCHO VORAZ» UNOS “DON NADIE”; EL NARCO LOS TIENE SOMETIDOS, HUMILLADOS Y ARRODILLADOS
Por GABRIEL RODRIGUEZ
NAUCALPAN, Méx.- “Pancho Voraz” comisario de la policía municipal desde su “silla” mullida y confortable ni se inmuta de la violencia que siguen generando las organizaciones criminales en el municipio de Naucalpan, cuyo gobierno tienen sometido, humillado e hincado.
La alcaldesa pan-adera, Angélica Moya Marfín, alias “La Momia”, es digno de reconocer que es el clásico remedo de su corrupto y haragán “Poli-Gorila”, Pablo Francisco Rosas Olmos, líder de tan putrefacto cuerpo policiaco
Esto ha traído consigo que la localidad se vea a través de los días, meses y años, aún todavía tapizada de mujeres y hombres muertos violentamente por los diferentes suburbios que conforman la región que hace lustros era identificada por sus habitantes como la “Joya de la “Corona”, joya que ha cambiado, hoy día, por la razón social: “Joya del Narco”.
Precisan fuentes allegadas al cabildo y a la Presidencia Municipal de Naucalpan que:
“La amenaza que el crimen organizado representa no puede ser subestimada. En unos cuantos años el municipio de Naucalpan podría estar arribando a una situación tan delicada y grave y más aún a convertirse en una pequeña “Colombia”, como lo ha venido sufriendo aquel país que se localiza en la zona noroccidental de América del Sur”.
“En unos cuantos años, a causa de la entronización de los cárteles de las drogas y otros factores, Naucalpan, podría ver comprometida su propia existencia”.
“Esto no es problema para el largo plazo, sino que se pudre ya el tejido social minuto a minuto”.
“Como todo mundo sabe que el crimen organizado en todas sus expresiones, consiste en el esfuerzo sistemático y permanente de los diversos cárteles para obtener beneficios económicos tras quebrantar la ley”.
“Como también es sabido que el crimen organizado es, por definición, un esfuerzo de monopolización de la fuerza ilegal frente al monopolio de la fuerza legal que constituye el Estado”, comentaron finalmente las fuentes allegadas (que no dejaron de exigir el inapelable anonimato) al cabildo y a la Presidencia Municipal, bajo la titularidad de la alcaldesa muy útil y de “utilería” al servicio de los grupos delincuenciales, que desde hace años han sentado sus reales en la localidad, que la mantienen en su poder y bajo control”.
RESIDENTES DE NAUCALPAN PIDEN LA “CABEZA” DE “PANCHO VORAZ” POR SER UN COMISARIO DE PAPEL Y CORRUPTO
“Los días transcurren inexorablemente y la violencia, narcotráfico, narcomenudeo, ejecuciones, secuestros, femenicidios, violaciones, robo de vehículos, asaltos a transeúntes, a transporte de pasajeros, a combis de servicio público y la corrupción e impunidad, “uniformes” con los cuales se visten los “Poli-Simios” y el “Poli-Gorila Mayor”, éste de nombre Pablo Francisco Rosas Olmos, representan el paisaje violento y tétrico en que viven y padecen los habitantes de lo que fue “La Joya de la “Corona”.
EL CORRUPTO “PANCHO VORAZ” ES REPUDIADO Y ODIADO POR SUS PROPIOS “POLI-SIMIOS” Y MUCHO MAS POR LA CIUDADANIA
En días pasados el deleznable, boquiflojo y corrupto “Pancho Voraz”, comisario de la Policía Municipal de Naucalpan, se atrevió a advertir que los malos policiales (empezando por él mismo) predispuestos a cometer delitos, entre los que sobresalen la corrupción, abuso de autoridad, robo y asaltos contra los ciudadanos naucalpenses, seguirán causando baja.
A lo que señaló un grupo de policías municipales que manifestaron su abierto repudio y odio en contra de su jefe “Poli-Gorila Mayor” de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Movilidad Segura de Naucalpan:
“Pablo Francisco Rosas Olmos, alías “Pancho Voraz”, debe de ser dado de baja o echado a la calle de la corporación porqué el es principal incitador a que altos y medios mandos y en particular gran parte de la “tropa” de los “pitufos” de “botas y pistola” que forman parte de tan podrido cuerpo policiaco recurran a la corrupción, extorsión y abuso de autoridad, porqué de dónde “diablos” sale el dinero sucio que le llega a sus manos tocadas por los malditos demonios de la voracidad que lo ha vuelto un auténtico “glotón de dinero mal habido”.
“Teniendo un bandido de grandes espuelas como lo es Rosas Olmos, la corporación registra, hoy en día, un avanzado estado de putrefacción, pudrición de la cual es generadora y principal responsable es la presidenta municipal, Ángelica Moya Marín, a quien toda la “tropa” ya la identifican, con el alías “La Momia”.
Ambos servidores públicos corruptos, como es del dominio de la opinión pública, se ven sometidos, humillados y arrodillados por los cárteles de las drogas que se han apoderado de la “Tierra Prometida y Fértil”, es decir: Naucalpan, donde no cesa el cabalgar de la muerte. Olor que a diario es muy peculiar que huela toda “La Ciudad Criminal del Siglo XXI”. Aquí no existe un gobierno y ni mucho menos una policía que hagan algo por frenar la inseguridad, violencia y el narco, comentan fuentes allegadas al cabildo y a la Presidencia Municipal de lo que fue “La Joya de la Corona”.
Por otra parte, Rosas Olmos, el comisario pillo, durante su participación en el Foro Internacional de Seguridad, organizado por el gobierno de la “patrañera” alcaldesa pan-adera, Angélica Moya Marín, exhortó a su recua de “Poli-Simios” a recuperar la confianza de la sociedad
El “genio” corrupto de Rosas Olmos, sí que se la ja… pero terriblemente al abordar, durante el evento, al cual asistieron especialistas en Seguridad de diversos países de América y Europa, varios temas entre los cuales, actuación policial con perspectiva de género, personas desaparecidas, georreferenciación, lavado de dinero, lucha contra la delincuencia organizada, justicia cívica y mediación, tatuajes de pandillas, informe policial homologado y cadenas de custodia.
Cabe destacar en la policía de Rosas Olmos, la gran mayoría se encuentra en “pañales” y por ende, éstos, si apenas tienen estudios de primaria y secundaria.
Muchos de estos elementos han salido de la barriada donde la delincuencia los ayudó a crecer y que en un tiempo no muy lejano se convertirían en policías corruptos a través de los nexos con grupos delincuenciales como es el del mafioso llamado Néstor Arturo “L”, alías “El 20”
Narcotraficante líder de la organización criminal denominada “Unión Tepito”, quien controla las “plazas” de la alcaldía de Azcapotzalco y Naucalpan.
Como se sabe dicho mafioso vio perdido a su operador y criminal sicario, que en el mundo de las drogas era identificado con el mote de “El Gordo” o “El Bambam”, quien cayó en manos de la policía de la CDMX.
“El 20”, que presuntamente recibe protección de altos y medios mandos de la Policía Municipal de Naucalpan, a cambio de fuertes sumas de dinero, lo que le permitido al narcotraficante y homicida burlar a la justicia y sentirse dueño absoluto de la “plaza” naucalpense.
Por dicho sicario y narco, el Gobierno del Estado de México, ofrece 300 mil pesos de recompensa por quien (“soplón”, “chiva” o delator) proporcione información confiable que lo lleve a su captura a través de la fiscalía mexiquense.
“JUSTICIERO ANONIMO”
Un caso que causó azoro entre los habitantes de “La Ciudad Criminal del Siglo XXI”, fue el registrado en la semana pasada cuando dos delincuentes que intentaron tomar por asalto un camión del transporte público, fueron asesinados a tiros por uno de los pajeros, que en segundos se convirtió para los testigos de los hechos y para la sociedad en general como el “justiciero” anónimo, quien en un abrir y cerrar de ojos les ganó la partida al dúo de hampones, desenfundando y disparando su arma de fuego en repetidas ocasiones contra los malhechores. Estos quedaban bien muertos.
Los sucesos tuvieron lugar sobre Periférico Boulevard Manuel Avila Camacho y calle Jardín. En este sitio, sobre la banqueta quedó tendido el cadáver de uno de los maleantes, víctima de los balazos que salieron del cañón de la pistola accionada por el “justiciero anónimo”.
Su testaferro de aproximadamente 40 años, mal herido corrió mientras se desangraba hasta lograr llegar a la calle Periférico Sur, entre Avenida Gustavo Baz y Periférico Boulevard Manuel Avila, donde la muerte ya no le permitió seguir en su escape. Del “justiciero anónimo” no se sabe y ni se sabrá si era policía, militar o cualquier hijo de vecino, que gracias a su valentía evito que los ahora occisos consumaran el asalto en agravio de los viajeros que iban a bordo del camión de transporte público.